LA LAVADORA MÁS EFICIENTE

La mayoría de lavadoras utilizan un sistema convencional de lavado, basado en el poder de limpieza del agua caliente. Para obtener este agua caliente se utilizan resistencias eléctricas que derrochan mucha energía. Pero existen otro tipo de lavadoras que basan su funcionamiento en un sistema que aprovecha la acción mecánica del agua y los productos de limpieza al máximo. El bajo consumo de electricidad se consigue primeramente por la disponibilidad de conexión bitérmica, lo que implica tener dos entradas de agua, una caliente y una fría. Con este tipo de lavadora el agua caliente se obtiene directamente del sistema de agua caliente que dispone el hogar, puede ser una caldera de gas natural o incluso colectores solares. De este modo se evita el uso de la electricidad para obtener el agua caliente. En segundo lugar existen sistemas con un tambor vertical, que resulta mucho menos consumidor de energía. Durante el lavado, los giros de la cuba de agua a alta velocidad consiguen generar corrientes de agua que, por acción de la fuerza centrífuga, provocan la separación de la suciedad de los tejidos. Esta tecnología permite lavar con menos gasto de energía y a la vez cuidar la ropa, ya que la especial circulación del agua evita las fricciones de la ropa y los movimientos bruscos. Conseguiremos un ahorro de energía de 0,865 kWh por lavado, ya que este modelo consume 0,135 kWh por lavado en comparación una de clase A) que consume 1 kWh por lavado. Ademas un hogar que utiliza 4 veces por semana la lavadora bitérmica se podria ahorrar 16'6 € al año.